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Castillos en el aire

Tres

No olvidaré contar que el viernes vi a N2, alguien sobre quien ya escribí hace tiempo. Y si no lo vi como si lo hubiera visto. Porque la verdad es que ni siquiera sé realmente si era él, pero parecían sus gafas de sol, su pose, su forma de andar, su forma de fumar. Y después de tanto tiempo sin verle (más de un año) pues es lógico que cualquier cosa que se le parezca inmediatamente me va a hacer pensar que se trata de él. Y lo que me emociona haberle visto no lo escribiré aquí.
Y vi a alguien con quien hace tiempo me encontraba en la estación todos los días, y me hizo gracia (también hablé de él ya, pero ni siquiera tiene letra).
Y por la noche me fui de cena y le vi a ÉL. Y ÉL no es otro que H..
Desde lejos y de espaldas, pero a eso ya estoy acostumbrada aunque me lo cruce de frente.
Y me flaquearon las piernas y me tuve que sujetar para no caerme. No exagero. Y luego me sobrevino mi habitual mala ostia mezclada con nervios. Y me cagué en todo como siempre. Y luego desapareció como siempre. Y no quiero pensar hasta cuando.
Y me di cuenta de varias cosas esa noche. Y por lo visto mi mala ostia es demasiado evidente y asusta. Pues bueno.
Y las demás cosas que se quedan para mí, para pensarlas yo a solas que es lo habitual y no vamos a romper la rutina.

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